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Con sida y en la cárcel


VENEZUELA, Caracas.- Jonathan Serrano, recluso que padece SIDA, lleva más de un año sin recibir atención médica. Los jueces alegan que no actúan porque “aún no se está muriendo”
“Aún no se está muriendo, así que no vamos a otorgarle ninguna medida humanitaria”. Esas fueron las palabras del juez 2º de Ejecución Penal de Caracas, Jorge Timaury, cuando la familia de Jonathan Serrano, recluso de 26 años de edad que padece SIDA, solicitó por primera vez ese beneficio contemplado en la legislación venezolana.

En ese entonces, Serrano pagaba su condena en La Planta, donde no recibía ningún tipo de medicamento, y luego de una apelación, se ordenó una nueva sentencia al juez 6º de Ejecución Penal de Caracas, Javier Toro Ibarra, quien también negó la medida humanitaria por razones similares a la del juez Timaury.

Hace poco más de cuatro meses, el reo fue trasladado a la cárcel Yare 3 “supuestamente para brindarle atención médica, pero tampoco lo hacen”, según denuncia Carlos Nieto Palma, coordinador general de la ONG Una Ventana a la Libertad y abogado de Serrano.
Su caso lo lleva el juez 6º de Ejecución Penal de Caracas, Javier Toro Ibarra, quien “ve de su salud por teléfono y no se ocupa de su caso porque, al igual que el otro juez, alega que aún no se está muriendo, pero tampoco hace nada para que no se muera”, añade Nieto Palma.

“Aunque Jonathan se ve bien físicamente, cada vez pierde más peso y tiene problemas respiratorios. La actuación del Poder Judicial ha sido la más negligente. A pesar de que hemos solicitado la intervención de la Defensoría del Pueblo, del Ministerio Público y del Ministerio de Interior y Justicia, no hemos obtenido ningún tipo de respuesta, más allá de comunicaciones prometiendo soluciones que nunca llegan”, expresa el abogado.

Presentarán el Caso ante la CIDH (Corte Interamericana de Derechos Humanos)

Nieto Palma manifiesta también su preocupación porque desde hace más de un año Serrano no recibe los medicamentos necesarios ni se le ha hecho ninguna evaluación médica que revele cuánto ha avanzado la enfermedad.
“Se le está violando su derecho a la salud, lo que va a conducir a su inminente muerte... Pareciera que, junto a la solicitud de medida humanitaria, es necesario entregar el contrato con la empresa fúnebre encargada del entierro, así como la constancia de que tiene un sitio en el cementerio”, dice.

Ante esta situación, Una Ventana a la Libertad se encuentra documentando el caso para presentarlo próximamente ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Comité contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles y Humillantes de la Organización de Naciones Unidas.


Fuente: Boletín “Selección de Noticias sobre VIH”, Número XCVII – Nueva Época.


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